La tumba del presidente Ramón Castilla

El 30 de mayo de 1980, cientos de limeños junto a las mas altas autoridades militares y civiles, se reunieron frente al mausoleo del ex presidente Ramón Castilla en el cementerio Presbítero Maestro. Ese día se conmemoraba el 113 aniversario de la muerte de quien fuera uno de los presidentes más importantes del siglo XIX, recordado por la mayoría de peruanos por decretar la libertad de los esclavos, y poner fin al tributo indígena. La ceremonia de ese año era especial e implicaba el traslado de los restos del ex presidente de su histórico mausoleo, al Panteón de los próceres.

En medio de gran expectativa, el féretro fue trasladado por el jirón Ancash, luego por la avenida Grau, y la avenida La Colmena, para finalmente llegar al Panteón de los próceres, ubicado en el local de la antigua iglesia de San Carlos, a un lado de la también histórica, casona de San Marcos. Esta antigua iglesia que tiene como entorno el parque universitario, fue transformada a inicios de la década del 20 del siglo XX por el gobierno del presidente Augusto B: Leguía para ser el lugar de reposo perpetuo, de todos aquellos patriotas que lucharon por nuestra independencia, es por ello que su inauguración se dio en medio de las celebraciones por el centenario de la batalla de Ayacucho en 1924

Al llegar al Panteón, el féretro con el cuerpo de Ramón Castilla fue cargado por las más altas autoridades militares entre ellas el presidente de la república de aquellos años el general Francisco Morales Bermúdez.

Desde esa fecha ellos restos del ex presidente descansan en medio de la impresionante cripta de la antigua iglesia virreinal, junto a otros patriotas como Hipólito Unanue, José Faustino Sánchez Carrión, Andrés Razuri o Domingo nieto. El panteón de los próceres, es otro rincón limeño que todos los limeños debemos conocer y visitar Imágenes: 1.Tumba de Ramon Castilla en la cripta del panteón, 2. Mausoleo de Ramon Castilla en el Presbítero Maestro 3. Llegada del féretro al panteón, 4. Fachada actual del Panteón de los Próceres. (Texto: Marco Antonio Capristán Núñez para Pinceladas Limeñas)