Hoy han sido reemplazados por piñatas que tienen el rostro del personaje mas cuestionado o polémico del año del año, pero nada se puede comparar a la experiencia de realizar nuestro propio muñeco de año nuevo. Desde días antes al ultimo día del año, con los amigos del barrio o con los familiares juntábamos las ropas ya en desuso que usaría nuestro muñeco, escogíamos la forma que tendría y buscábamos el relleno. De ahí esperar las doce para poder quemarlo y entre risas y celebraciones iniciar un nuevo año.
En lo personal, en mi querido barrio del Rimac muy cerca a la alameda de los descalzos, no había calle que no tuviera uno, es mas a veces se quemaban dos o tres en la misma calle. Los tiempos cambian y en la actualidad esta prohibido quemarlos, no solo por el riesgo a un accidente, también, por la contaminación que producen.
Aquí una foto del recuerdo de la despedida del año 1981. A ti que recuerdos te traen los muñecos de año nuevo?
Texto: Marco Antonio Capristan Nuñez Foto: Blog Huellas Digitales del diario El Comercio.
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