miércoles, 21 de junio de 2017
LA HISTÓRICA PLAZA DE LA MERCED
La plaza de la Merced, es uno de los rincones de Lima con más historia. Ubicada en la sexta cuadra del Jirón de La Unión se convirtió en los inicios del virreinato en un lugar temido y respetado por encontrarse ahí el primer local del tribunal de la Inquisición. Fue en ese local donde se encarceló a quien luego se convertiría en el primer sentenciado de este tribunal Matheus Saladé, un francés que vivía alejado de la población en una huaca abandonada (que hoy lleva su nombre Mateo Salado). Su modo de vivir provocó muchos comentarios y sospechas por lo que se le acusó de blasfemo y hereje. Luego de un año de prisión, se le condenó a morir quemado vivo, sentencia que se cumplió el 15 de septiembre de 1573 en la plaza Mayor de Lima.
También La Merced es una de las plazas donde don José de San Martín declaró la independencia del Perú el 28 de julio de 1821. Aquí también estuvo por varios años la Farola de las tres Gracias bella escultura que en 1915 fue llevada a su ubicación actual en la avenida La Colmena (Cerca a la plaza San Martín) para ser reemplazada por el monumento a Ramón Castilla que es la primera escultura hecha por un peruano (David Lozano) que fue colocada en una calle Limeña. Al centro de la fotografía (que es de inicios de los años cuarenta) se puede ver la bella casa Forero (hoy desaparecida), en su lugar se encuentra la tienda Saga Falabella (en los años 70 en ese local se ubicó la tienda Monterrey) y en su fachada la placa en homenaje a uno de los mas destacados periodistas peruanos de los años 20, Andres Avelino Aramburu, hoy esta placa se conserva en un rincón de la plaza pasando casi desapercibida a pesar de ser una de las pocas en Lima donde se puede leer el nombre del presidente Leguía.
También la fotografía nos muestra a los pocos meses de su construcción al edificio que fuera sede del Banco Internacional del Perú (hoy Interbank) inaugurado en 1943 y que fuera diseñado por los destacados arquitectos Rafael Marquina y José Álvarez Calderón (este último también intervino en la construcción del actual Palacio municipal en la Plaza de Armas) Por su bella arquitectura, sus azulejos y lujosos adornos fue declarada Patrimonio histórico por el Instituto Nacional de Cultura. Este local es ocupado actualmente por la tienda Oeschle En las fotografías podemos apreciar la plaza en tres momentos de su historia. (Marco Antonio Capristán Núñez)
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